22 Entonces partió él mismo para Ramá y llegó a la gran cisterna de la
era que está en Seku y preguntó: «¿Dónde están Samuel y David?», y
le
dijeron: «Están en las celdas de Ramá.»
23 Se fue de allí a las celdas de Ramá y vino también sobre él el
espíritu de Dios e iba caminando en trance hasta que llegó a las celdas de
Ramá.